11 mar 2010

CORTADERAS

San Luis anti-estrés




A corta distancia, a bajo costo y con grandes beneficios, nuestra provincia ofrece todas las posibilidades contra el estrés.
Esta dolencia se manifiesta con fatiga física y/o emocional. Es un desorden en nuestro organismo, que incomoda también a las personas que nos rodean. Nos produce cambios de humor, depresión y hasta síntomas de enfermedades que no padecemos. Para combatirlo, los métodos naturales suelen ser la mejor opción.
San Luis es una provincia donde abundan los recursos naturales a nuestra disposición. La naturaleza todo nos da, en ella el estrés desaparece…
Cortaderas es una de las localidades que ofrece estos beneficios. Es un pequeño pueblo de unos 1000 habitantes, forma parte del Valle del Conlara, al pié de las sierras Comechingones y a sólo 18 Km. de Merlo. Tuve la gran suerte de alojarme en el Complejo Soltemira, que queda a pocas cuadras del pueblo. Sus propietarios, Manuel y Adriana resultaron cordiales personas que se brindaron para recorrer la zona, y conocer más buena gente.
La zona preserva sus montes autóctonos y se observan gran variedad de árboles. Hay molles, algarrobos, talas, chañares, quebrachos blancos, jarillas, espinillos, cocos, aguaribayes, palmeras caranday y hierbas medicinales como la carqueja, peperina, poleo, hierva del pájaro. En un tramo de 9 Km. se encuentran cuatro arroyos.
Villa Elena, es parte de Cortaderas. Fue un terreno de grandes dimensiones que una familia adquirió, hace más de 100 años, para que estos aires hicieran mejorar la salud de la hija. Con el tiempo se fue loteando y hoy hay grandes emprendimientos de servicios y alojamiento.
El arroyo Cortaderas mantiene su curso con agua durante todo el año, en esta época es cálida y cristalina. La imagen agrada más por las grandes piedras de color rosa y otras con rayas en gris y negro. A su alrededor habita el Rey del Bosque, un pájaro en peligro de extinción, cuyo canto encanta.
Todo queda cerca, permitiéndonos acceder a los servicios necesarios (deliberys, diversión, salud, etc…); y a la mano está el cordón montañoso, la vegetación exuberante, el trino de los pájaros de diversos colores, la tranquilidad. Durante todo el año se disfruta de la misma paz, la diferencia es sólo la intensidad del sol. Refrescarse no es un problema, aquí el agua abunda en ríos o vertientes.
Una zona de descanso, un lugar de abstracción donde los sentidos despiertan sensaciones que favorecen nuestra salud.
Sí, aquí tan cerca y con grandes beneficios.

Desde Ucrania a San LuisAbandonaron su tierra por la inseguridad, llegaron a nuestro país y eligieron San Luis hace 6 años, como el mejor lugar para vivir.
Luzmila Balstowich (50), es Ingeniera Civil: “Lo que más nos gusta de aquí es la naturaleza, que tiene su propia energética, que te ayuda muchísimo en la salud. Acá no es costumbre decir por espíritu de naturaleza, pero da resultado en lo que pedís. Esto es una maravilla”.
Alex Balstowich (50), es Arqueólogo y nos cuenta, “en Ucrania teníamos una empresa de construcción y taller de carpintería. Aquí decidimos dedicarnos a las artesanías, hoy se encarga de esta empresa Estilo Criollo, nuestro hijo Sergio (27). Los productos se distribuyen por todo el país. Hemos encarado una nueva empresa familiar Fiambres de las Sierras produciendo embutidos ahumados (salamines, jamones, pancetas), que ahora están en proceso.

Un personaje amigo
Así describe la gente del lugar a Mario Orzabal Muñoz de 76 años, nacido en Cortaderas y antiguo minero en la zona de las altas cumbres. Comenzó a trabajar a la par de su padre desde los 9 años, hasta que esta actividad decayó.
Mario recuerda: “mi padre tenía la costumbre de subir a las sierras de noche y con un farol especial donde la chispita de quelita se veía grande. En las minas todo el trabajo era manual, nosotros hacíamos las herramientas. Por ejemplo, el patero servía para marcar el tiro, hasta 1 metro de profundidad, y colocar la dinamita. Podían levantarse hasta 4.000 Kg. de piedra, había que esconderse bien porque te agarraba una piedra y te cortaba la cabeza.
El problema ahora de la actividad minera es el uso del acido sulfúrico que se mete en la grieta y termina contaminando las vertientes. Mi papá murió a los 48 años, descubrió una mina que no alcanzó a explotar. Soy el único que conoce la ubicación, ya muchos se acercaron para consultarme pero no quiero decirlo.”
Ahora jubilado se reúne con sus amigos a conversar y jugar al chinchón. Es viudo y tiene 2 hijos, uno vive en la ciudad de San Luis y otro en la zona.
“Mi hijo me invita a la ciudad pero no aguanto mucho, yo me quiero volver ahí nomás, amo este lugar.”