
Grandes y niños son allí acompañados por guías con los que, además, pueden practicar varios idiomas como el alemán, inglés o italiano. Resulta así, un paseo de distracción, distensión y aprendizaje; para los que saben o no de caballos.
Excelente alternativa, muy accesible para todas las edades y la familia. Además puede disfrutar de un cafecito con torta alemana.